Nuestro mundo se muere, lo sabemos desde
hace mucho, por lo que hemos estado buscando otro planeta dónde vivir, la buena
noticia es que hemos encontrado uno, la mala es que ya está ocupado.
Tuvimos que decidir entre buscar otro
planeta habitable que no estuviera ocupado y tardar otros diez años o más en
encontrarlo o pelear por quedarnos con el que ya habíamos hallado. No nos queda
tiempo, por lo que la única solución si queríamos sobrevivir como especies, era
quedarnos con el planeta Hope, habitado por unos seres a los que llamamos
Garras.
La lucha comenzó y aunque apenas sabíamos
mucho sobre los Garras, sabíamos lo importante. Viven en comunidades, son
primitivos, siempre cubiertos con pieles por las bajas temperaturas del planeta
y tienen un jefe. Llegó la batalla final y yo estaba entre mis hombres
preparado para acabar con los Garras definitivamente en Oasis, un pequeño
rincón del mundo donde las temperaturas no son tan bajas:
—Si
lo hacemos bien, ésta será nuestra última batalla — le dije a mi compañero y
amigo Eloy.
—Y
la de ellos… — dijo un poco apenado Eloy — vamos a extinguir a toda una
especie.
—Bueno,
no sería la primera vez — contesté igualmente apenado — llevamos extinguiendo
especies toda nuestra existencia, ésta no es diferente.
—No
por ello está bien.
—Lo
sé.
Los Garras atacaron como una horda sin
control de salvajes y nosotros aguardamos la señal de nuestro General:
—¡Abrid
fuego! — nos gritó.
Nuestras armas dispararon, nuestras bombas
explotaron y las espadas de los Garras cayeron al suelo. Los Garras no tenían
ninguna posibilidad y ellos lo sabían, sabían que no iban a conseguirlo. Sin
embargo, ellos se levantaban, aunque tuvieran cincuenta balas en el pecho y sus
fuerzas menguaran. El honor era lo único que les quedaba.
Tras la batalla, nos acercamos a los
muertos de los Garras, aunque fuera sorprendente, todavía no sabíamos el
verdadero aspecto de nuestro enemigo, ya que nuestro alto mando se negaba a que
los viéramos. Decían que si los veíamos, nos cuestionaríamos la moralidad de
nuestros actos y por tanto dejaríamos de ser soldados eficaces. Es más fácil
disparar a algo que no sabes qué es que ponerle rostro a tu pecado.
Sin embargo, la guerra había terminado,
por lo que no había ningún motivo para que no viéramos sus cuerpos. Me acerqué
al Garra más próximo y le quité la máscara que llevaba. Jamás en mi vida
hubiera imaginado que el Garra tumbado muerto en el suelo, fuera un humano.
Si
te ha gustado…
Sé lo que estás pensando y sí, este relato
es una mezcla entre Avatar y el Guerrero Número 13, has dado en el clavo.
Seguramente te estés preguntando por qué los Garras son humanos, si era un
planeta distinto, al que los seres humanos de la Tierra jamás habíamos ido, eso
te lo dejo a tu imaginación. Aunque si siguiera escribiendo la historia, te
diría que hace muchísimos años una nave de la Tierra se perdió en el espacio,
todos dieron por muertos a sus ocupantes, pero en realidad la nave se había
estrellado en Hope y allí, sin posibilidades de volver a la Tierra,
convirtieron Hope en su hogar.
Con este relato quería reflexionar sobre
un tema que me parece interesante. En todas las pelis de Hollywood, ponen a los
alienígenas como los malos por querer atacar la Tierra, pero si nosotros estuviéramos
en su situación y fuéramos nosotros los que necesitáramos un planeta para
sobrevivir, haríamos exactamente lo mismo que esos repelentes extraterrestres.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi
relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!
Genial. Cortito pero entretenido aqui tomando el cafe que me lo he leido.Besos
ResponderEliminarMe alegro que te guste!!! ^_^ Cualquier cosa que veas a mejorar me comentas jejeje y si te gustan mis relatos, no te olvides de seguirme!! Muchas gracias por los ánimos, me animan a seguir :)
EliminarImpactante el final. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, buscaba sorprender al lector jejeje
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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