domingo, 25 de noviembre de 2018

Eutanasia


Antes, teníamos pensiones, jubilación y descanso al cumplir nuestros correspondientes años de servicio en la sociedad. Sin embargo, ahora todo ha cambiado.
Empezó como suelen empezar estas cosas, con la manipulación de los medios. Se empezó a manipular a la gente para que empezaran a aborrecer la vejez, odiar a la tercera edad y finalmente apoyar a un dictador, en cuyo programa electoral prometió solventar este problema.
Se instauró un nuevo régimen, un régimen que en mis tiempos mozos yo mismo apoyé, en él se decretaba la instauración de la Eutanasia y se imponía una fecha límite para vivir.

Imagen sacada de: solidaridad.net

Esta nueva ley, conllevaba muchas cosas, a la edad de 67 años, todos deberíamos realizar ésta práctica, ir al Fortín y tragarnos la pastilla que nos llevaría al otro lado. Al estar obligados a cumplir esta ley, se eliminarían las pensiones, la jubilación, se trabajaría hasta la edad de la Eutanasia, con lo que ahorraría muchísimo dinero al gobierno y a la sociedad.
Todos los jóvenes apoyamos esta ley y aunque las huelgas de médicos en contra de la Eutanasia, los religiosos y la tercera edad fueron muy contundentes, la ley se instauró.
Todos esos jóvenes que votamos esta ley, ahora somos viejos y ya rondamos esos 60 años de edad, por lo que la ley que votamos, pronto caerá sobre nosotros.
Afortunadamente, hay métodos para eludirla. Me llamo Miguel Ángel Ruiz y tengo 69 años.
—¿Otra vez aquí? — me pregunta Roberto.
—Han pillado a Vanessa esta mañana, se olvidó tomarse su pastilla antiedad…
—Bueno, Vanessa tenía problemas para recordar las cosas…
—Lo sé — contesto con tristeza — he visto como la llevaban arrestada esta misma mañana, se la han llevado al Fortín…
Los dos sabemos lo que eso significa, se la han llevado al edificio Fortín, donde le harán tomarse la pastilla que terminará con su vida. Vanessa, al igual que yo, sobrepasamos la edad límite de vida y aunque tratamos de ocultar nuestra edad, a mi vecina ya se le notaba, se le olvidaban las cosas y le temblaban las manos, claros indicios de la enfermedad de Parkinson.
—Ni siquiera le han dejado despedirse de su familia — digo con melancolía.
—Ya sabes que todos acabaremos así — me devuelve a la realidad Roberto — en fin, ¿qué puedo hacer por ti?
—Necesito un nuevo carné de identidad y pastillas antiedad — contesto con firmeza.
El almacén clandestino en el que me encuentro, puede ofrecerme todo lo que necesito para sobrevivir unos años más de vida, aunque sé que todo esto no es más que una forma de alargar lo inevitable.
En este mercado negro hay de todo, pastillas antiedad, carnés de identidad falsos, botox y operaciones de cirugía estética de todo tipo, siempre está lleno de gente y siempre todos tratan de pasar inadvertidos.
De repente algo ocurre, gritos y golpes son los que se escuchan en la entrada del almacén, un pitido, un pitido de un silbato y todos sabemos lo que significa.
—¡Es la poli! — exclama Roberto aterrado.
Cunde el pánico, todos salimos corriendo en todas direcciones, pero todas las entradas están cubiertas por policías, nadie saldrá vivo de aquí. Trato inútilmente de escapar, pero de pronto, nos gasean.
Al despertar me encuentro en una sala de interrogatorios, sospecho que en el Fortín, un gran foco me alumbra y una sombra de un hombre se sienta delante de mí.
—Miguel Ángel Ruiz, 69 años… tal vez más…, de las juventudes que apoyó la Eutanasia, trabajó codo con codo en nuestro partido llegando a convertirse en funcionario del Estado y mano derecha del Ministro de Justicia — me presenta el hombre – sombra — ¿es eso correcto?
—Así es — contesto un poco asustado.
—¿Por qué un funcionario del Estado se encontraba en un almacén clandestino antiedad? — me pregunta.
—Porque con ser funcionario del Estado no basta para tener inmunidad antiedad — contesto.
Solo los líderes del partido tienen el derecho de rehusar la Eutanasia y vivir hasta que sus cuerpos aguanten, lo que ahora veo como algo completamente injusto.
—¿Se da cuenta de que por su estupidez está impidiendo que la sociedad avance? No es más que un parásito para esta sociedad, su exterminación es necesaria.
El interrogador se levanta con cierto aire de desagrado, pero yo no me pienso callar, no ahora que tal vez sea la última oportunidad que tenga de expresar lo que siento, de decir mis últimas palabras:
—Sí, es cierto, mentí sobre mi edad, pero solo porque no me dejaron otra opción. La vida no es más que un conjunto de momentos, algunos buenos y otros malos. La vida empezó de forma inexplicable y en un principio terminaba de esta misma forma. Así se quería que fuera, inexplicable, imprevista, incontrolable. Cada etapa de nuestra vida tiene un propósito, una función, al negarnos una, nos estáis negando llegar al fin de todo, a responder a todas esas preguntas que nos preguntamos, ¿por qué estamos aquí? ¿Qué significado tiene nuestra vida? Estoy convencido de que todas esas preguntas las llegaremos a saber, pero tenemos que llegar a esa última exhalación de vida, para entenderlo. Y cuando lleguemos, se sabrá de qué lado ha estado cada uno, si hay mal o bondad en nuestro interior y se aplicará el justo castigo a nuestros crímenes.
Me sacan de la sala y sé a dónde me llevan, sé que este es el final, que no hay motivos para la esperanza, pero no me quejo, porque al menos, al ocaso de mi vida he sabido que me equivocaba y es ahora, cuando pagaré por todo lo que hice.





Si te ha gustado…

Para escribir este relato me he inspirado en la política actual y en el dilema de la Eutanasia. Este tema que tanta controversia tiene, tiene una parte buena y una mala, la buena es “la libertad de la gente a decidir sobre sí mismos”, la mala, es que se puede manipular.
Con esta historia quiero señalar ese posible escenario manipulable. Llegamos a esta vida con dolor y salimos de ella con dolor y tal vez esto deba ser así, al parar una etapa de nuestra vida nos estamos impidiendo descubrir que hay al final del túnel.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!

Imagen sacada de: www.forotuxpan.com


domingo, 18 de noviembre de 2018

La Snitch Dorada


Si tienes un amigo, conocido, familiar o novio que le gusta Harry Potter, ¿qué mejor manera de sorprenderle que envolver su regalo con forma de Snitch Dorada?
Cada vez más y más hay más fans del fenómeno conocido como Harry Potter, las nuevas películas de Animales Fantásticos han conseguido que cada vez más personas se interesen por esta famosa saga, por lo cual, hay muchísimas más posibilidades de que el envolver su regalo con forma de snith sea un éxito absoluto.
El regalo perfecto para envolverlo de esta forma, sería un funko o muñeco POP, por su forma rectangular.
Antes de nada, no te preocupes, esta nueva forma de envolver un regalo es muy sencilla y solo necesitarás los siguientes ingredientes:

Ingredientes:

  • Una cartulina grande amarilla: que la podrás conseguir en cualquier papelería.
  • Unas tijeras
  • Rotulador negro
  • Celo
  • Paciencia (El ingrediente más importante)


Pasos a seguir

1. Corta toda la cartulina a lo ancho en tiras, serán las que utilicemos para darle forma a la snitch.

2. Coge tu regalo y pega la primera cinta amarilla en un extremo del regalo y únelo al otro extremo usando en los dos casos, celo.

3. Justo donde termina la primera cinta amarilla pega la siguiente cinta, procurando darle ese aspecto de esfera que tiene pelota de Quidditch

4. Una vez tengas creada la esfera amarilla, ya solo te quedarán las alas, para ello, dibuja en la cartulina con el rotulador negro las dos alas de la snitch y recórtalas.

5. Para finalizar, pega las alas con celo en los extremos de la esfera y…

¡Ya habrás terminado tu snitch dorada!

domingo, 11 de noviembre de 2018

Ruta de Halloween


Otro plan divertido y barato que puedes hacer en Halloween y que servirá también de alternativa si no te gusta disfrazarte, ni los planes relacionados con los disfraces, es hacer una ruta fantasmagórica por las calles de Madrid.


Esta clase de rutas consisten en lo siguiente: quedas con un guía turístico en un punto de Madrid, éste una vez compruebe tus datos, os dará a ti y a tu grupo un paseo por los sitios de Madrid donde hayan ocurrido fenómenos paranormales y que sean dignos de mención y terminará la visita en otro punto de Madrid, que no tiene por qué ser el mismo punto donde empezaste la ruta.
Este tipo de rutas suelen durar dos horas aproximadamente, suelen ser por la noche (para darle más misterio al asunto) y vienen a costar unos 10 euros (como mucho) hay rutas que pueden llegar a costar 4 euros, así que está bastante barato para lo que es.
Nosotros elegimos una ruta de “casas encantadas” que nos costó 9 euros por persona y duraba dos horas y media, me sorprendió descubrir el lado oscuro de lugares tan emblemáticos como la Real Casa de Correos (donde nos tomamos las uvas en año nuevo) o el Palacio de Linares.


Este plan friki, por supuesto, no tiene por qué hacerse únicamente en Halloween, hay muchísimas más rutas de distintas temáticas que pueden merecer la pena, sin embargo, este plan, sobre todo, despertó mi lado más macabro y oscuro.

Ventajas

  • Es muy muy barato
  • Te enriquece culturalmente
  • Es divertido
  • Te ocupa toda la tarde
  • Si no te gusta disfrazarte, es la alternativa perfecta para hacer con tus amigos en Halloween.


Inconvenientes

  • Tienes que llevar zapato cómodo, porque vas a andar
  • Si es invierno, abrígate bien, porque estarás mucho tiempo en la calle y llévate paraguas por si acaso.
  • Tienes que imprimirte la hoja de las entradas, así que si no tienes impresora tendrás que buscar un sitio donde te las impriman. (no vale tener las entradas en el móvil)


¿Dónde puedo conseguir este tipo de rutas?

Aunque estoy segura que tiene que haber más sitios donde encontrar este tipo de rutas, nosotros conseguimos la nuestra en Atrapalo.com donde hay un montón de rutas por Madrid a muy buen precio.
Si no te manejas muy bien con el ordenador, no te preocupes, solo tienes que buscar “rutas en Madrid atrapalo” y hacer clic en la segunda opción, ahí se mostrarán las distintas alternativas de rutas que tienes y seleccionar la ruta deseada, donde te indicarán los pasos correspondientes para realizar el pago del mismo.


Imagen sacada de: atrapalo.com


Datos importantes de la ruta:
  • Localización: dependerá de la ruta escogida
  • Horario: suelen empezar a las 20:00h.
  • Precio: depende de la ruta, pero los precios rondan entre los 4€ y los 10€.
  • Recomendación: ve abrigado si es invierno y las entradas impresas.

Imagen sacada de: atrapalo.com

domingo, 4 de noviembre de 2018

Cuerpo y Mente, Descontrol y Adicción

Ella solo piensa en respirar, sin ser capaz de abrir los ojos. El problema es que es imposible centrarse únicamente en eso. Ya que un paso basta para desencadenar un dolor y dependencia insoportables. A la vez que él recorre la oscuridad buscando mitigar el descontrol.
Él puede olerlo en las manos, en el pecho, en el estómago. Mientras corre derrotado, siente la garganta en llamas. Esa conocida sensación que sabe, de una manera u otra, que no le abandonará nunca.Aunque intente una y mil veces sofocarla con litros y litros de ese hierro azucarado que tanto le ahoga por dentro.
En cambio ella fantasea con las infinitas opciones de haber evitado dormitaren el lugar donde está. Caminando por su propia cuenta para conseguir ignorar que él, aun recorriendo caminos a la carrera, está encerrado en contra de su voluntad y pidiendo por más.Mientras ella también corre, pero a su manera.Recuerda como ellos disfrutaban con el aire fresco y el agua limpia, sin sabor.Como podían cantar y gritar claramente y sin gruñir… Deseando olvidar su adicción por el hierro y el azúcar.


Todo por culpa de un simple pozo. Aquella puerta hacia el reino de Hades. Aquel famoso pozo que estaba prohibido para las personas vivas, obedientes y sin curiosidad. Personas aparentemente iguales a lo que solía ser. Exceptuando mi curiosidad, que se veía alimentada cada noche hacia aquella insignificante apertura en la tierra.
No me importaron las continuas advertencias, amenazas y ni mucho menos los Trasegadores que todas las noches recorrían ciegos y sedientos cada camino. Mi padre fue un ejemplo de que no se podían romper las normas así como así. Cada acto tenía un precio, una consecuencia.
Mi padre era lo único que tenía. Él fue el responsable de alimentar cada día mi curiosidad con cada una de sus historias. Historias que repetía a todo el mundo sin cesar, sin miedo. Pero todas las noches, mientras los Trasegadores recorrían los senderos,solo a mí me contaba lo que ellos no querían que supiéramos. Se posaba en una rodilla al pie de mi cama y, mientras me acariciaba la mejilla, me susurraba cada palabra como si le quemara en la garganta. A la vez que yo solo podía mirarle a los ojos. Unos ojos tan distintos entre sí por culpa de su brillante cicatriz. Un corte limpio y sin dudas, no muy profundo, que los atravesaba horizontalmente pero que no le impedía que me mirasen con dureza. Unos ojos que contrastaban con el cariño de su mano en mi cara. Tal era su forma de traspasarme que parecía que me castigara y recompensara al mismo tiempo. Sin llegar a saber nunca que era lo que quiso de mí…
Y así un día me desperté sin él, sin sus sonrisas por las mañanas y sus miradas por las noches. Únicamente me quedó el precio que pagó. La consecuencia de infravalorarlos. El brazo, con el que acompañaba los susurros con mimos todas las noches, me esperaba en el umbral de nuestra puerta.
Sin embargo, tras días y días sin él, en una noche cualquiera salí hacia el dichoso pozo sin saber realmente porque. Mi mente recuerda haber tenido innumerables excusas en aquella oscuridad, pero ninguna lo suficientemente pesada para retirarme de la misión. Y mi cuerpo así lo hizo… Anduve despacio, con cuidado de donde ponía los pies. No quería hacer ruido, no quería tener que entrar en una carrera contra un Trasegador. Podía ser curiosa pero no tan estúpida. Ya que podía imaginarme claramente cuál sería el resultado. Sin embargo toda precaución fue poca...
Tras el desangrado, mi encierro y transformación se lo tomaron con paciencia. Se aprovecharon de mi miedo abrir los ojos, temiendo cada pasó de la sombra tras mi celda. Consiguieron, no sé cómo, que los mantuviera cerrados todas y cada una de las noches. Separando mente, espíritu y alma de mi cuerpo impaciente. Aunque me temo que sí sé cómo alcanzaron mi desesperación por el hierro azucarado.

Noto como ella vuelve, se relaja tras beber con ansia cada recuerdo. A la vez que él trasiega la sangre de quien quiera que tenga bajo sus pies.Ella no sabe cómo ha llegado hasta ahí, cómo él le ha dado caza. Pero apenas le importa, simple y sencillamente le da igual. La sangre la calma, parece curar heridas abiertas. Tendiendo puentes inexistentes con su sabor dulce, metálico, como a hierro forjado. Pero desgraciadamente la noche es larga y,para él, nunca suficiente.

Una figura desdibujada, eso fue lo último que mi mente recuerda haber visto con sus propios ojos bien abiertos.Un Trasegador. No había visto nunca ninguno pero no me equivocaba, no podía hacerlo. Me sostuvo por el cuello con su único brazo, enmudeciéndome de golpe. Después solo pude sentir dolor. Su mano me aferró la cabeza, abarcándola casi por completo y sin cuidado alguno. Obligándome a desviar la vista de sus dedos ennegrecidos por la sangre seca. Pero antes del golpe que lo terminaría todo, sus ojos cerrados brillaron gracias a la luna, la pena y su cicatriz.




Si te ha gustado…

Mónica, nuestra misteriosa escritora de la Nebulosa de Historias, vuelve a sorprendernos esta vez con un relato inquietante de Halloween. El estilo único y sorprendente del relato nos envuelve en un halo de misterio, ¿qué es un Trasegador? ¿qué hay dentro de ese pozo? Todos estos aspectos, tal y como nos dice su escritora, se dejan a la imaginación del lector, ya que muchas veces es peor lo que nos imaginamos que la realidad.
Dicho esto, espero que os haya gustado el relato y que dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.

Y un saludo de Silvia!!