Estaba harta de que todas mis amigas me
dieran la vara con lo mismo, de que todos los días me pidieran que me
descargara el nuevo juego de móvil que había revolucionado el mundo. Así que lo
hice, me lo descargué y entré en sus desconocidos dominios.
El juego es simple, eres un cazador y
tienes que atrapar a todos los monstruos que te encuentres. Los monstruos están
esparcidos por todo el mundo y tienes que andar para encontrarlos y
capturarlos.
Esta tarde mis amigas y yo vamos a ir a
una “Monsterquedada” en el parque del Retiro, se van a congregar muchos
cazadores y todos juntos buscaremos nuevos monstruos que capturar. Por extraño
que pueda parecer, Monster GO no es un juego que me termine de llenar, no me
llama demasiado la atención y mis amigas lo notan.
Imagen sacada de: www.t13.cl/etiqueta/pokemon-go |
Llegamos al parque del Retiro dos horas
antes de lo previsto y mis amigas ya han conectado sus móviles para capturar
monstruos. Yo más que jugar, hago el tonto, finjo que las capturo a ellas como
si mis amigas fueran monstruos. Lo hago para que se rían, aunque ellas están
demasiado concentradas en el juego como para hacerme caso.
Finalmente desisto, desconecto el juego y
me alejo de ellas a sabiendas de que ni se darán cuenta de que no estoy allí,
hasta que sea la hora de la Monsterquedada. Veo el paisaje, los árboles que se
mueven con el ligero viento primaveral, las brillantes gotas de agua del césped
recién regado y las flores, que abren sus pétalos ante los primeros rayos de
sol. Creo que con la forma que tenemos de relacionarnos ahora, hace que nos
perdamos las maravillas de la naturaleza y las cosas que antes mirábamos con
admiración, ahora las miramos con desinterés.
—¡Lagoda!
¿Dónde te habías metido? ¡Te hemos buscado por todas partes! — exclama mi amiga
Tesa acercándose corriendo hasta mí.
—No
me cabe ninguna duda — contesto con ironía y el ceño fruncido.
—Pues
sí, te estábamos buscando Lagoda — contesta mi amiga molesta — La Monsterquedada
va a empezar, nos están esperando junto al estanque.
Salimos corriendo como si no hubiera un
mañana hasta llegar al punto de encuentro y se me hiela la sangre al llegar
allí. Todos están tirados en el suelo, convulsionándose y echando espuma por la
boca. Mi amiga Tesa cae al suelo y empieza a sufrir el mismo ataque que los
demás. Intento sujetarle la cabeza para que no se golpee contra el suelo y miro
a mi alrededor desesperada.
Incluso las personas que no están en la
Monsterquedada están sufriendo dicho trastorno. Las palomas huyen despavoridas
al ver como los clientes de los bares cercanos se desploman y se retuercen sin
parar, los que estaban subidos en las barcas, caen al agua y aquellos que antes
disfrutaban del sol tumbados en el césped, ahora escupen espuma blanca por la
boca.
De repente todo cesa, los cuerpos se paran
y los ojos se cierran. Intento reanimar a Tesa, pero no tiene pulso. Entonces, en
ese preciso instante, los móviles se mueven, como si un imán les atrajera y
todos se unen hasta formar una figura, uno de los monstruos del juego. Las
pantallas de los móviles se iluminan de verde fosforito, el mismo color que
aparece al inicio del juego, y entonces lo entiendo. Yo no he sufrido el ataque,
porque tenía desconectado el juego, pero todos los demás no han tenido tanta
suerte.
El monstruo verde hecho de móviles me mira
y parece que sonríe:
—Habéis
jugado con nosotros, ahora nos toca a nosotros jugar con los humanos.
Si
te ha gustado…
Como ya te habrás dado cuenta, este relato
es una crítica a Pokemon GO, no tengo nada en contra de ese juego en
particular. Sin embargo, para mí fue todo un aterrador descubrimiento cuando
paseando por el Retiro, me fijé en la cantidad de personas que allí había
congregadas para jugar a ese juego. Eran como zombis, esparcidos por todo el
parque y esa imagen me inspiró para escribir esto.
El mensaje que quiero transmitir con esta
historia, es que está bien que juegues al Pokemon GO o a cualquier otro juego,
pero no te olvides nunca, de que la realidad, tu vida, está ahí fuera, no se
vive a través de una pantalla.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi
relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!
Imagen sacada de: www.importancia.org/naturaleza.php
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Esto pasará en la vida real. Los móviles se convertirán en un temible Pidgey y nos meterán en Pokéballs!
ResponderEliminarDejando la broma aparte, me ha gustado la moraleja, tienes toda la razón :)
Totalmente de acuerdo!!! Todos acabaremos en Pokéballs!!! JajajajaXD me alegro q te haya gustado!! :)
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