La puerta chirriante de Alfer Holfmod
capta mi atención.
—¿Qué
haces aquí? — pregunta asustado Alfer al descubrir que estoy en su casa.
—¿Qué
son todas estas fotos, Alfer? ¿Carly sabía que la espiabas?
—Eso
no es de tu incumbencia — contesta enfadado.
Alfer se acerca al mural y avergonzado
empieza a quitar una a una, todas las fotos de Carly.
—Yo,
la quería, ¿Sabes? — me confiesa — sé que puede sonar enfermizo, por lo de este
mural y tal, pero ella era muy importante para mí y quiero averiguar quién le
hizo esto.
—Yo
también, Alfer.
Mi primera opinión de él era acertada,
Alfer Holfmod no es más que un niño perturbado por los horrores de su pasado,
aunque tenga un extraño mural dedicado a Carly, no creo que fuera su asesino.
Es completamente inofensivo, como el conejo de la historia.
Imagen sacada de: blog.espol.edu.ec |
Me planteo hablarle del libro misterioso
que estoy leyendo, pero antes de nada, necesito saber si puedo confiar
plenamente en éste adolescente solitario:
—¿Qué
les pasó a tus padres? — le pregunto a sabiendas de que es un tema doloroso.
Alfer me mira desconcertado, no se
esperaba para nada esa pregunta, pero a pesar de que para él es un tema
complicado bastante reciente, decide contarme la historia:
—La
historia oficial es que mi padre, que era un borracho, bebió demasiado y tras
matar a mi madre se suicidó. Sin embargo, yo tengo otra opinión.
—¿Qué
otra opinión?
—Yo
estaba aquí cuando pasó todo eso y lo que vi — Alfer hizo una pausa para tomar
aire un poco frustrado — bueno no sé lo que vi, los policías dijeron que estaba
demasiado afectado, que había sufrido mucho, que era normal que intentara creer
cosas que no eran — Alfer hizo una segunda pausa y pude ver como sus
pensamientos se trasladaban a otra época a otro momento en su vida — ¿Sabes
qué? Prefiero no hablar del tema, quiero borrarlo de mi mente.
—De
acuerdo.
—Yo
también tengo una pregunta para ti — me dice — Tú estabas muy pegado a Carly, ¿Cómo
sé que no eres el asesino?
De repente un recuerdo me viene a la
mente, cuando pillé a Alfer en la cocina de mi casa.
—¡Por
eso entraste en mi casa! — exclamo — ¡Crees que soy el asesino! No querías
buscar azúcar.
Mi joven vecino se ruboriza.
—Comprenderás
que resulta bastante sospechoso… ¿Tienes cuartada?
—No
Alfer, yo jamás le haría daño a Carly, era mi amiga y no no tengo cuartada
porque estaba solo en casa leyendo un libro, sé que puede sonar raro pero…
La cara de Holfmod cambia por completo.
—¿Un
libro dices? — me pregunta — ¿Cómo se titula?
—Sí,
se titula “Infernum”.
Al oír el título del libro, la cara de
Alfer palidece.
—Tenemos
que ir ahora mismo a tu casa, hay que cerrar ese libro.
—¿Qué?
¿Qué quieres decir? ¡No entiendo nada! ¿Qué le pasa a ese libro?
—¿Te
has parado a pensar en lo que significa Infernum? — me pregunta enfadado
dirigiéndose a la puerta de mi casa.
—No
—confieso siguiéndole.
—Significa
submundo y tú le has abierto la puerta.
—¿A
quién? — pregunto horrorizado.
Entramos en mi casa y vemos el libro
abierto encima de la mesa del sofá. Una ráfaga de aire mueve sus páginas y nos
estremecemos.
—Has
dejado el libro abierto — dice horrorizado Alfer.
Se acerca corriendo a la mesa y cierra el
libro de golpe.
—¿Me
quieres explicar qué está pasando? — le pregunto nervioso.
—Me
has preguntado cómo murieron mis padres, mis padres murieron por un libro como
éste. Yo abrí el libro y de él salió mi opuesto, la versión oscura de mi ser,
somos como el yin y el yang y fue mi opuesto, mi doble, mi lado oscuro, el que
mató a mis padres. Ese libro se titulaba Infernum y su autor era yo.
—¿Eres
el autor del libro? — pregunto desconcertado.
—No,
hay muchos libros esparcidos por todo el mundo, pero el autor de éste libro en
concreto — dice enseñándome el libro que sostiene en sus manos — eres tú.
—No
lo entiendo.
—Existe
un submundo del que no sabíamos nada, una dimensión oscura y opuesta a la
nuestra, de la cual, se une con nosotros a través de una colección de libros
llamada Infernum, todos los libros de Infernum están a lo largo y ancho de éste
mundo, esperando a que sus respectivos autores los encuentren, tú has
encontrado tu libro de Infernum, tu portal al submundo y tu doble, la versión
oscura y malvada de tu ser, se muere por venir a nuestro mundo. Tú has abierto
el libro, le has abierto la puerta y él matará a todos tus seres queridos, como
Carly, antes de ir a por ti.
Mi cuerpo tiembla y un sudor frío recorre
mis sienes, ¿Y si Alfer tiene razón? Eso supondría que mi doble en ese submundo
es el lobo de la historia y que yo, al abrir el libro cometí un error, le dejé
entrar. Yo soy el verdadero monstruo. Un chirrido de puerta hace que se me
acelere el corazón, he vuelto a dejar la puerta de la entrada abierta, él viene
a por mí.
Si
te ha gustado…
Acabas de terminar de leer la colección de
los tres relatos que he preparado para este Halloween, espero que te haya
gustado el final. Imagino, que durante toda la historia estabas convencido de
que el malo era el protagonista del libro, sin embargo, aunque no ibas mal
encaminado, el verdadero monstruo era la versión de el mismo en ese submundo.
Habrás notado en qué me he inspirado para
escribir esto, exacto, me he inspirado en Stranger Things (para mí la serie del
año, me encantó y la recomiendo encarecidamente si no la has visto) el submundo
de Infernum está inspirado en el mundo Del revés, sin embargo, al contrario que
Stranger Things, en ese submundo esta nuestro peor enemigo: nosotros mismos.
Todos tenemos un lado oscuro, ¿Qué pasaría si ese lado oscuro se escondiera en
un submundo?
Dicho esto, espero que os haya gustado mi
relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!
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