Primera
semana:
Querido diario,
Mis vacaciones en
Tailandia han sido extraordinarias y he conseguido llevarme muchos buenos
recuerdos de allí, que sé que me durarán toda la vida: la figura del elefante,
joyas y un montón de ropa, aunque el objeto más interesante que he conseguido
de Tailandia ha sido sin duda una semilla de alguna fruta exótica.
Nadie me ha sabido
decir de qué clase de planta pertenece esa semilla y eso es lo que la hace tan
original. Nada más llegar a casa me he comprado una maceta para plantar la
semilla, así, de esta forma, no solo me recordará mi viaje cada vez que vaya a
regar la planta, sino que además, cuando crezca, podré averiguar su origen.
¡Estoy muy
emocionada!
Imagen sacada de: www.taringa.net |
Segunda semana:
Querido diario,
¡La planta está
creciendo! Esta mañana al despertarme, he visto que ha salido un pequeño y
débil tallo verde de la maceta, aunque siempre se me ha dado mal cuidar plantas
y siempre se me han acabado muriendo, ésta parece florecer con mis cuidados.
Seguiré regando la
planta dos veces a la semana y la dejaré al lado de la ventana para que reciba
un poco la luz del sol. Más adelante, cuando sepa qué tipo de planta es,
investigaré cuales son los cuidados específicos que hay que llevar.
Tercera
semana:
Querido diario,
La planta crece a
un ritmo extraordinario, ya se pueden vislumbrar sus hojas y flores y el tallo
que antes se parecía más a una brizna de hierba que a un tallo, se ha
fortalecido.
Dado que ya se
pueden apreciar mejor sus exóticas cualidades, he intentado investigar qué tipo
de planta podría ser y aunque hay opciones posibles: la Rafflesia Arnoldii o la
Hydnora africana, ninguna de esas opciones es claramente igual a mi planta.
Cuarta
semana:
Querido diario,
Esta noche he
invitado a mis amigos a cenar y lo primero en lo que se han fijado todos ha
sido en la planta, todos han mostrado un gran interés en ella y en su origen.
Seguimos sin saber qué planta es, lo que me está resultando un poco frustrante.
Sin embargo, mis
amigos y yo estuvimos bromeando sobre cómo podríamos llamarla y aunque hubo
divertidas alternativas que nos hicieron reír a todos, al final decidimos que
lo más apropiado sería llamarla: “Sin raíces”.
Quinta
semana:
Querido diario,
La planta no deja
de crecer, he tenido que comprar otra maceta más grande y trasladarla al salón,
ya que la encimera de la cocina se le estaba quedando pequeña.
Sin raíces tiene
un aspecto un poco extraño y siniestro, con flores rojas y pétalos que simulan
dientes, aunque lo más inquietante es el grosor de su tallo y el tamaño de las
flores que pueden llegar a medir medio metro de ancho.
No estoy segura de
sí este repentino crecimiento de Sin raíces me convence o no.
Sexta
semana:
Querido diario,
La planta ha
trepado por la pared. Miles de millones de ramitas se han extendido por toda la
pared del salón apoderándose de él y sus amenazadoras flores no han dejado de
soltar extrañas esporas por la noche, creando así un pequeño ecosistema en mi
casa.
Sin embargo, lo
que más me preocupa es el bulto, una especie de bolsa viscosa se ha creado en
el centro de la planta y da la sensación de que tiene líquido dentro que podría
manchar mis muebles.
He llamado a mi
amigo el jardinero para que me dé consejo y me ayude a quitar las ramas de la
pared.
Séptima
semana:
A quién me
escuche,
No era una planta,
Sin raíces no era una planta. El bulto que tanto me preocupaba, no estaba
relleno de líquido sino de un ser, un monstruo que se ha ido alimentando de la
planta hasta estar preparado.
Si estás leyendo
esto, estás en peligro, sal corriendo de aquí antes de que la planta te atrape
y si encuentras a ese ser, mátalo, o te matará él a ti.
Yo tardé en darme
cuenta de mi error y cuando quise darme cuenta, la planta ya me había atrapado,
ahora estoy prisionera entre sus raíces, atada a la pared y sin escapatoria.
La planta come
carne humana.
Si te ha gustado…
Para escribir esta
historia me he inspirado en la planta de mi casa, hace cosa de un año me
regalaron una “Flor de Pascua” y a pesar de que no soy muy buena cuidando
plantas, mi planta no deja de crecer.
Espero que no me
pase lo mismo que la protagonista de esta historia, pero… ¿quién sabe?
Dicho esto, espero
que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y
opiniones al respecto.
Y un saludo de
Silvia!!
Imagen sacada de: culturageek.com.ar
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