domingo, 21 de mayo de 2017

Invisible

Hace ya una semana desde que murió esa chica, yo no la conocía, pero por la cantidad de pancartas y lloros por los pasillos, debía de ser una chica muy popular. Ignoro a la gente y ellos me ignoran a mí. Si esa chica hubiera sido invisible como yo, tal vez no hubiera acabado así.

Mi único propósito ahora mismo es asistir a las clases, estudiar y aprobar el curso. En mis planes no entra hacer amigos y menos si las opciones de amigos que hay son los de este odioso instituto. Esa chica se suicidó por un motivo y aunque ahora los estudiantes lloren su muerte, son tan culpables como el orientador, que pudiendo ayudarla se lavó las manos.
Imagen sacada de: www.gortanonline.org
La clase de comunicación está a punto de empezar, así que cierro mi taquilla y entro en la clase, ocupando como siempre mi sitio al fondo de la habitación.
—Hoy toca hablar de una tragedia — dice la profesora
Tal y como me imaginaba, el tema estrella de la clase va a ser la desgraciada muerte de la alumna desconocida.
—Ha pasado ya una semana de la muerte de Hannah y me gustaría saber cómo os sentís. — prosigue
—¿Podemos cambiar ya de ese tema? — salta Praters — ha pasado ya una semana, va siendo hora de superarlo, ¿no?
—¡Praters! — saltan algunos compañeros molestos
—Praters que tú no conocieras a Hannah, que no la trataras mucho, no quiere decir que los demás no lo hicieran — contesta la profesora
—Yo creo que deberíamos mirarnos a nosotros mismos y pensar qué hemos hecho mal — interviene Clay — porque está claro que no estamos poniendo demasiado de nuestra parte para que esto no vuelva a ocurrir.
—Sí, esa es una idea interesante Clay, ¿alguna opinión al respecto?
—Yo creo que si Hannah había decidido suicidarse no podíamos hacer nada para hacerla cambiar de opinión. — responde otro alumno.
Algo capta mi atención, una sombra me observa desde el cristal de la puerta y desaparece nada más mirarla. Tengo esa sensación, esa sensación cuando alguien no te quita los ojos de encima. Necesito salir de clase, respirar.
Dudo si levantarme del asiento o no. Si lo hago lo más probable es que la profesora me eche la bronca, pero si no lo hago me va a dar un ataque de ansiedad. Decido romper con las normas y salgo corriendo hacia la puerta, sorprendentemente la profesora no me dice nada, supongo porque ha tenido que ver en mi rostro que lo necesitaba.
El pasillo está vacío, todo el mundo está en clase. Rodeo la clase y me dirijo al baño, nada más hacerlo todas las taquillas de los alumnos se abren misteriosamente. El miedo hace que mi corazón lata a gran velocidad, casi tanto como las taquillas abrirse y cerrarse solas.
Miro a mi alrededor y me sorprendo al ver que nadie sale de clase para ver qué ocurre, a pesar del estruendoso sonido de las puertas de las taquillas chocando con el armario metálico. Salgo corriendo y me paro en seco al ver la taquilla que era de Hannah, la alumna muerta, está en llamas, ardiendo como si hubiera algo maldito en ella.
Me meto en los lavabos de chicas y cierro la puerta como si eso evitara entrar el miedo que me recorre el cuerpo. Cojo aire y lo suelto por la boca con la esperanza de que eso calme mis nervios. ¿Qué ha pasado? ¿Lo que he visto era real?
Tal vez el estrés por los exámenes finales me esté llevando a tener alucinaciones extrañas. La muerte de Hannah también puede que esté afectando a la ecuación, pero sobretodo tiene que ser por los exámenes.
Un charco de sangre sale de uno de los retretes y se extiende por todo el baño, quiero creer que es otra alucinación, pero entonces veo a la sombra que me persigue. Parece un hombre encapuchado y aunque no puedo ver su cara, sé que me está mirando.
No puedo pronunciar palabra alguna, el shock me paraliza y aunque mi mente ordena a mi cuerpo moverse, éste es incapaz de hacerlo. El hombre de negro se acerca y la sangre del suelo sigue sus pasos, como si fuera una alfombra roja.
Tras muchos intentos consigo que mi cuerpo se mueva y salgo del baño corriendo hacia ninguna parte, sé que la sombra me sigue, a pesar de no haber mirado atrás ni una vez, porque todavía puedo oler su olor a putrefacción.
Llego al gimnasio y se me para en seco el corazón al ver el cuerpo inerte de Hannah flotando en medio de la piscina. Siento el aliento del monstruo a mis espaldas y al girarme lo veo allí, del susto estoy a punto de caerme a la piscina, pero alguien me sujeta, es Hannah.
—Deja de huir — me dice Hannah
—Estás muerta — consigo pronunciar.
—No, lo estás tú
—¿Qué quieres decir? — pregunto aterrada.
—Vete con él, debes irte — me dice señalando al hombre encapuchado que me observa.
—¿Quién es? ¿Por qué? — pregunto paralizada
—Porque es tu destino — contesta señalándome el agua.
Miro las claras aguas de la piscina tal y como me lo ha pedido Hannah y descubro horrorizada una verdad inimaginable.
—¿Qué es esto? ¡No puede ser! — digo tocándome la cara sin todavía creérmelo.
—Tu eres Hannah — me contesta la alumna muerta.
—Pero, entonces, ¿quién eres tú?
—Tan solo un reflejo de ti — contesta con una sonrisa — ve con él, no tengas miedo.
El monstruo extiende su putrefacta mano y me pide con la cabeza que le siga, entonces me fijo en que en su otra mano lleva una guadaña e inmediatamente entiendo el quién, el cómo y el por qué. Le ofrezco mi mano y ambos desaparecemos, desconozco el destino, pero ¿alguien lo sabe?








Si te ha gustado…

Este relato participa en el ejercicio de “La Cosa” de La Nave Sonda (@LaNaveSonda). No es un relato de ciencia ficción como los que suelo publicar, sin embargo contiene las pautas que el ejercicio establece.
Por si no te habías dado cuenta, este relato está inspirado en la serie “Por 13 Razones”, una serie que he visto este mes y que me ha parecido interesante. Yo he querido ver “El mundo del Revés” (si es una referencia a Stranger Things) de esta famosa serie y ver dónde estaría Hannah tras su muerte. Para hacerlo, también me he guiado por la famosa película “El Sexto Sentido” y de esta forma, crear un poco de sorpresa al final.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!

Imagen sacada de: cinemania.elmundo.es

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! me alegro que te haya gustado mi relato, ¡me has alegrado el día! jejeje

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