El pueblo de Lobo
es conocido por su tranquilidad, por su hospitalidad y sobre todo por su gran
paisaje, justo lo que necesito ahora. Tras salir derrotado de la gran ciudad,
un tiempo tranquilo es lo que más me hace falta.
Nada más
instalarme en mi nueva casa, soy hospitalariamente recibido por la señora Alba
Fort, una ancianita con un gran gusto para las tartas.
—No tenía por qué molestarse,
señora Fort — digo cogiendo la preciosa tarta de bienvenida.
—¡Tonterías! Hace siglos que no
viene gente nueva a este pueblo, es agradable tener la mente ocupada, ¡aunque
sea solo para hacer tartas!
La invito a pasar y nada más hacerlo, Alba lo
inspecciona todo, como si fuera su propia casa.Imagen sacada de: www.natursan.net |
Con mucho cuidado,
corto dos trozos de tarta y preparo el té para mi invitada. Sospecho que Alba
no ha venido aquí solo para darme la bienvenida, también ha venido a cotillear
y revolverlo todo.
—¿Está bien? — pregunto desde la
cocina al oír el ruido de los cajones de los armarios abrirse y cerrarse.
—¡Muy bien! — me contesta.
La señora Fort va muy
arreglada, con su collar de perlas, su blusa estampada y su falda plisada. Su
cuidado moño recupera la elegancia que solo las personas de su edad tienen.
—Dígame, señor Camps, ¿qué le ha
hecho venirse a Lobo? — me pregunta desde el umbral de la puerta.
—Es complicado, antes vivía en la
ciudad y la verdad, esa vida de estrés y disgustos continuos me desanimó un
poco. Ahora prefiero vivir en paz, en un sitio tranquilo, por eso me he venido
aquí.
—Le despidieron de su trabajo,
¿verdad?
—¿Cómo lo sabe? — pregunto
sorprendido.
—Debe disculparme, señor Camps,
pero he investigado un poco sobre usted, sé que era un empresario de una gran
empresa, pero que le despidieron por tomar una mala decisión que hizo perder a
su empresa millones.
—Vaya, sí que ha investigado sobre
mí — contesto un poco molesto.
—No se preocupe, señor Camps, en
Lobo será muy feliz, tenemos un gran departamento de policía, seguridad en las
calles y médicos que podrán ayudarle en todo lo que necesite. Por ejemplo, el
señor Albert Mur es un gran psicoterapeuta que podrá ayudarle a superar todos
los traumas que tenga, es experto en interpretar los sueños y…
—Gracias, señora Fort, pero no
necesito un loquero.
Tras la
desagradable merienda con la cotilla del pueblo, opto por dormir, el viaje
hasta Lobo ha sido muy duro y la compañía, aunque amable, ha resultado ser un
poco molesta.
En mi sueño estoy
en Lobo, pero un Lobo mucho más tétrico y siniestro. Una ligera niebla cubre
mis pies y los árboles fantasmagóricos custodian el camino. Camino en medio de
la carretera principal del pueblo, a mi derecha y a mi izquierda están las
casas de mis vecinos.
Es entonces cuando
empiezan a aparecer, calabazas y más calabazas se van amontonando más y más a
medida que me voy acercando al centro del pueblo.
Una calabaza
gigante me impide el paso, la cojo con mis manos y grito de terror al ver la
cara de la señora Fort grabada en el fruto. Todas las calabazas tienen las
caras de mis vecinos grabadas en su corteza.
De pronto, la
calabaza de la señora Fort se me escurre y ésta se rompe en mil pedazos al
llegar al suelo.
Me despierto en
mitad de la noche gritando, una capa de sudor frío me recorre el cuerpo y un
extraño líquido amarillo ha manchado mi cama. No me meaba en la cama desde que
era pequeño. Voy al baño a lavarme la cara y tranquilizarme.
Este sueño no ha
sido un sueño normal. Un nombre me viene a la mente en ese preciso instante:
Albert Mur, el loquero descifra sueños que me dijo la señora Fort.
Decido ir a verle
a la mañana siguiente. Intranquilo, espero en la sala de espera de su consulta,
nervioso por lo ocurrido y por lo que me vaya a decir el doctor. La secretaria
me hace señas para que entre y tembloroso obedezco.
Albert Mur es un
hombre de media edad, de pelo gris y canas encima de las orejas, a pesar de sus
incipientes arrugas, todavía puede resultar atractivo.
—Siéntese señor Camps, ¿qué le
pasa? — me pregunta.
Unas hojas encima
de su mesa me perturban, me asustan y me hacen temblar. Su escritorio está
lleno de dibujos de calabazas.
—Las calabazas… — susurro — ¿qué
son esas calabazas?
—Perdone, se me olvidó recoger, es
de mi paciente anterior, discúlpeme.
—Esas calabazas son iguales a las
de mi sueño — susurro.
El doctor se frena
en seco y me mira de reojo con cara de miedo:
—¿Está seguro? ¿ha soñado con estas
calabazas?
—Sí — contesto dubitativo — ¿qué me
pasa, doctor?
—No eres el primero que sueña con
las calabazas, en este pueblo todos sueñan con ellas.
—¿Y qué significa?
—Depende de lo que signifiquen para
usted.
Tras una extraña,
pero interesante reunión con el doctor Mur, me vuelvo a casa. Es de noche, no
sé qué hora es, pero sí sé que eran las seis de la tarde cuando entré en su
consulta, debo de llevar horas allí y no me había dado ni cuenta.
Tengo una
sensación extraña, estoy desorientado, distraído y no sé muy bien a dónde voy.
Sin embargo, todas mis dudas se aclaran cuando la veo, una mujer con los
zapatos rojos. Resuenan sus tacones al andar y no puedo apartar la mirada de
ellos, son hipnóticos.
Con sigilo, me
acerco a ella, no hay nadie en la calle, solo estamos ella, sus zapatos y yo.
La luz de la farola más cercana parpadea. Es el momento.
Antes de que pueda
reaccionar, antes de que pueda pronunciar cualquier palabra, la golpeo en la
cabeza con una piedra. Ella cae inconsciente al suelo y al hacerlo, aprovecho
mi oportunidad. La golpeo una y otra vez con la misma piedra hasta asegurarme
de que está muerta, desconozco cómo ha llegado la piedra a mis manos, pero sé
qué tengo que hacer con ella… porque la calabaza me lo dijo.
Si te ha gustado…
Para escribir esta
historia me he inspirado en la película de la Cuarta Fase y en un artículo de
La Vanguardia que habla sobre los sueños y que mucha gente sueña con el mismo
hombre una y otra vez.
Esta es la primera
parte de una historia de cuatro relatos. Por favor, no te pierdas las otras
tres historias, porque te dejarán sin habla.
Disfruta de este
ESPECIAL DE HALLOWEEN y… no sueñes con calabazas.
Dicho esto, espero
que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y
opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!Imagen sacada de: es.pinterest.com |
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