lunes, 30 de abril de 2018

La Naranja Mécanica

Uno de los disfraces más sencillos y al mismo tiempo más originales que os podáis encontrar, es el de ir de Alex DeLarge de la Naranja Mecánica.

El Halloween pasado mi grupo de Impulso Urbano, un club de patinaje que os animo a conocer, decidimos ir de la Naranja mecánica, todos queríamos ir lo más original posible para ganar el concurso de disfraces, pero al mismo tiempo, gastarnos lo mínimo indispensable, esto fue posible gracias a este disfraz.

Para aquellos que desconozcan ésta película de Stanley Kubrick, os informo que es una película angloamericana de ciencia ficción, que va de un grupo de adolescentes violentos y delincuentes dirigidos por el joven Alex DeLarge. Traicionado por sus súbditos, Alex es atrapado por la policía y sometido a la técnica Ludovico, que despoja al individuo de su naturaleza.
Alex DeLarge y su grupo de “drugos” se caracterizan por una vestimenta muy concreta:

La Parte de Arriba:
  • Camisa / Blusa blanca: sin ningún tipo de adorno, fácil de encontrar en cualquier tienda de ropa.
  • Tirantes blancos: se pueden comprar en cualquier chino.


La Parte de Abajo:
  • Pantalón blanco: si quieres ir bien vestido, te recomiendo que compres el pantalón en cualquier tienda de ropa que encuentres, pensando también en poder reutilizar esta prenda en tu vida diaria.
  •  Leggins blancos: si quieres ir más de deporte y no estropearte unos pantalones de vestir, te recomiendo que te compres unos leggins blancos, son difíciles de encontrar, pero al final mi grupo y yo los encontramos en New Yorker.
  • Coquilla: si te lo quieres currar de verdad, puedes comprarte una coquilla en el Decathlon y completar tu disfraz.


La Cara:
  •  Bombín negro: los venden en Maty y si no encuentras tu talla, puedes comprártelo en Fantástica (la tienda justo enfrente de Maty)
  • Pestaña postiza: Las venden en el chino, sé que venden pestañas especiales de la Naranja Mecánica, pero si no tienes tiempo para encargar por internet una de estas famosas pestañas, cómprate unas pestañas postizas baratas y ponte la parte de arriba de la pestaña abajo y viceversa.
  •  Maquillaje: maquíllate solo un ojo de la cara, para resaltar más y lograr así más aspecto de lunático.


Precio del disfraz:
  •  Camisa: 26€ aprox.
  • Pantalón: 30€ aprox.
  •  Tirantes: 2€ aprox.
  • Bombín: 6€ aprox.
  • Pestaña postiza: 2€ aprox.

Precio total del disfraz aproximadamente = 66€
(todo esto sin tener en cuenta lo que puedas tener en casa que te ahorre el coste final).

Y con esto ya tendrías tu disfraz barato y original que siempre has buscado, ya estás listo para pasártelo de miedo con tus amigos y ser el alma de la fiesta.

¡Si tienes cualquier duda con el disfraz, no dudes en preguntarme! Deja tu comentario al final de este post.



domingo, 22 de abril de 2018

El Embarazo

Mi marido y yo estábamos muy contentos porque al final habíamos conseguido lo que llevábamos meses buscando, estoy embaraza. Al decírselo a la familia todo se revolucionó, todos emocionados por el bebé, me colmaron de regalos y me ayudaron con todos los preparativos.
Al ser mi primer hijo estoy muy preocupada y he ido a todo tipo de clases de preparación al parto, pilates y voy regularmente a ver a la matrona para que me oriente. La comida es una de las cosas que llevo peor, se acabó comer embutidos, sushi o pescado azul. Toda mi vida gira en torno al bebé, por ese motivo estaba tan preocupada cuando el médico me llamó a la consulta, por fin iba a ver a mi bebé.

—Bien, túmbese y levántese la camiseta, vamos a ver al pequeño — me dice el doctor encendiendo la máquina.
Imagen sacada de: www.actuall.com
Hago lo que me ordena y el médico me frota la tripa con un gel antes de pasar su aparato por la zona. La cara del médico es lo que me alerta, de su típico ceño fruncido pasa a la sorpresa y de la sorpresa a la confusión.
—No puede ser… — susurra pensando que no le voy a escuchar.
—¿Qué? ¿qué pasa? — pregunto asustada.
—Tiene que haber algo mal — me sonríe para tranquilizarme — vuelvo en un segundo, usted quédese aquí.
El doctor sale tan rápido de la sala que aunque su falsa sonrisa trataba de tranquilizarme, lo único que consiguió fue ponerme más nerviosa. Una vez a solas, me armo de valor para ver la pantalla del doctor, lo que ven mis ojos no hace más que aterrarme.
—¡Oh Dios mío!
Un monstruo habita en mi tripa, parecido a un lagarto, enrosca su larga cola desde las piernas a la cabeza. El hocico es pequeño, pero se pueden ver unos pequeños colmillos saliendo de él, sus brazos, pequeños y escuálidos acaban en unas pequeñas garras aún por formar. El monstruo tiene los ojos cerrados y aún le queda por formarse, pero está ahí, a la espera de su nacimiento.
El doctor llega poco después, aterrado al ver lo que mis ojos están viendo:
—¡Qué demonios es eso, doctor! ¿qué es eso? — grito muerta de miedo.
—¡Calma! ¡tranquilícese, señora Norton! ¡vuelva a tumbarse en la cama, por favor! Todavía es pronto para llegar a ninguna conclusión, vamos a investigarlo.
Pero no logra obtener ninguna respuesta, ninguna que me satisfaga, su teoría es que el niño ha sufrido algún tipo de deformación a causa de mi alimentación, pero yo lo he visto. He visto a un ser, que no puede ser humano, un ser que no debería estar dentro de mí.
Pasan los días y los medios no tardan en anunciar una noticia alarmante. No soy la única embarazada que está pasando lo mismo que yo. Muchas mujeres tienen en sus tripas un ser que no debería existir.
Estudios y más estudios tratan de llegar a una conclusión lógica, la llaman la enfermedad Lagarto, pero algo dentro de mí me dice que no es ninguna enfermedad o deformación, lo que tengo no es de este mundo.
Mientras pasan los meses, me obsesiono, trato de averiguar el origen de esta criatura, trato de recordar la época en la que me quedé embarazada, por si hubo algo que provocara este extraño embarazo. Sin embargo, no obtengo respuesta.
Entro en la sala de reunión de mujeres afectadas por la enfermedad Lagarto, con la esperanza de que esta organización me descubra algo que no sé:
—Buenos días a todas, chicas, madres — nos saluda la psicóloga nada más empezar la sesión — antes de nada, quería deciros que Zora ha abandonado estas sesiones.
—Lo hemos visto en las noticias — salta una de las embarazadas — Zora se provocó el parto, se asustó, pero al hacerlo ella murió también, perdió demasiada sangre.
El miedo se refleja en las caras de mis compañeras, están tan aterradas de este bebé como yo.
—Si queréis hablar de Zora, podemos hacerlo — tercia la psicóloga.
—El otro día sentí una patada — salta otra embarazada.
Tiene la mirada perdida y su mente en otro sitio.
—Pensé que si no comía, el bicho moriría, pero no fue así, me pegó, una y otra vez hasta que empecé a comer.
—¿Te pegó? — pregunta la psicóloga confusa.
La embarazada se levanta la camiseta, mostrando a todas los moratones y marcas de mordiscos que tiene en la tripa. Algunas gritan asustadas, otras lloran y otras, como yo, decidimos salir de la sala corriendo, huyendo de nuestro miedo y prometiéndonos no volver jamás a esas sesiones.
Llega el noveno mes, el monstruo está preparado para salir, lo siento, siento que ya está empujando, deseoso de escapar de la tripa en la que lleva encajonado tantos meses.
Llegado el día, rompo aguas y el líquido está lleno de sangre. Mi marido me lleva corriendo al hospital donde habíamos decido previamente dar a luz. Los médicos me llevan en silla de ruedas hasta la sala donde se decidirá todo.
Estoy nerviosa, me han puesto la epidural, pero creo que voy a necesitar más dosis para superar esto. Las enfermeras me animan a empujar y yo lo hago, lo hago una y otra vez hasta que el dolor me recorre todo el cuerpo. Siento que los huesos se me rompen y que los músculos se me abren.
Un grito me alerta, no es un grito de bebe, sino un rugido aterrador. Al abrir los ojos, veo al médico en estado de shock y las enfermeras más cerca de la puerta que de mi cama.
Una larga cola atraviesa la garganta del médico, las enfermeras gritan, tratando de huir, pero esa cosa se tira sobre su cuello, la sangre cubre la habitación.
El bebé, está despierto.





Si te ha gustado…

Últimamente me paso el día rodeada de embarazadas y fueron precisamente ellas, las que me dieron la idea para escribir este relato tipo “Alien, el octavo pasajero”.
Esta historia más de terror que de ciencia ficción, trata de enseñar una cosa, si un ser superior quisiera invadirnos, ¿Qué mejor forma que hacer que los seres a quienes queremos destruir sean los que cultiven a nuestros soldados?
Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!

Imagen sacada de: fondos.wallpaperstock.net

domingo, 15 de abril de 2018

Twist & Shout bar

Llega el fin de semana y te apetece salir de marcha, pero ¿a dónde? El Twist & Shout Bar es una buena opción. De aspecto interesante y decoración friki, aunque pequeño, este local situado en la calle San Bartolomé, nº 22 de Madrid, ofrece una gran selección de chupitos y un gran ambiente.


Analicemos con más detenimiento el ambiente del bar, yo, la primera vez que fui a este emblemático local, casi lloro de la emoción. Una pared con letras y luces a lo Stranger Things, figuritas de Marvel, espadas láser y una Myrtle la llorona que te asusta nada más entrar al baño. Todos esos detalles juntos en un espacio de estilo años 50 que se asemeja un poco al estilo del Tommy Mel’s.
www.tripadvisor.com
Música de ambiente acompaña la estancia, haciéndote sentir un miembro más de los Goonies, un Guardián de la Galaxia o un aprendiz de Jedi. Si buscas un sitio donde revivir las películas, series y canciones de tu infancia, el Twist & Shout es tu bar.
Pero, ¿qué es un bar sin bebidas? El Twist & Shout ofrece una carta de chupitos muy muy especial:




Las Tablas de Chupitos:

Si vas con amigos y no sabéis que pedir, vuestra primera opción, y para ir abriendo boca, debería ser una de las excelentes Tablas de Chupitos:
  • Tabla de chupitos de Hogwarts: ¿si fueras un mago o una bruja en qué casa estarías? Esta tabla te ofrece una selección de cuatro chupitos llamados y ambientados en las cuatro casas de la maravillosa saga de Harry Potter, a ser: Ravenclaw, Hufflepuff, Gryffindor y Slytherin.
  • Tabla de chupitos de los Vengadores: ¡porque si no podemos defender la Tierra, la vengaremos! Esta tabla ofrece una selección de 5 chupitos a elegir entre: El Capitán América, Ojo de Halcón, Iron Man, Thor y Hulk.
  • Tabla de chupitos de Pociones: Para todos aquellos que les guste jugar con Poción Multijugos o simplemente quieran estar Felix Felicis.
  • Tabla de chupitos Rock Star: Para los cantantes de la noche, si quieres dar el cante, esta es tu tabla, elige entre múltiples opciones como Bon Jovi o David Bowie.
  • Tabla de chupitos de Juego de Tronos: para los aspirantes al Trono de Hierro. ¿Con qué casa te identificas? ¿eres un Targaryen? ¿un Stark? ¿o más bien eres un Lannister?


Los Chupitos Suaves

Si quieres empezar la noche con calma, te recomiendo que elijas uno de los Chupitos suaves, entre los que te puedes encontrar sobre todo con los chupitos de Harry Potter, pero también puedes elegir entre Chip y Chop o Spiderman.

Los Chupitos Fuertes

La noche es joven y tu empiezas a animarte… ¿qué mejor forma de hacerlo que con los chupitos fuertes de nuestra carta de selección? La cerveza de mantequilla, el sombrerero loco y Freddie Mercury protagonizan esta sección, haciéndote cantar: Don’t Stop me now!!, perdiendo el sombrero y dándote las fuerzas para unirte al Ejército de Dumbledore.

Los Chupitos que Flipas

Solo para los más valientes (son los que más conozco). Si te parecieron fuertes los chupitos fuertes del Twist & Shout, ¡con éstos ya flipas! Mis favoritos:
  • Filtro de amor: el más rico de todos y una buena forma para ligar, si un chico te invita a este chupito… ya sabes que quiere algo.
  • El Demogorgon: con una chuche en su interior y de intenso color rojo… recomendable no abusar de él si no quieres ver el mundo del Revés.
  • Avada Kedavra: absenta negra con absenta verde… un chupito de muerte.
  • Darth Vader: para ver el lado oscuro, este chupito es el mejor.
  • Chuck Norris: si sobrevives a este chupito, eres Dios.


aboutlifting.com


Datos importantes del local:

  • Localización: Calle San Bartolomé, 22, 28004 Madrid
  • Horario: de 20:00h a 2:00h
  • Precio de los chupitos: 2€
  • Recomendación: Ir con tiempo porque se llena rápido.

domingo, 8 de abril de 2018

El Despertar

Vivimos en una democracia extrema, cualquier decisión por nimia que sea se expone a votación. Todos los ciudadanos están obligados a llevar unos marcadores, dichos marcadores tienen un botón que es una flecha hacia arriba y un botón que es una flecha hacia abajo. El dinero ya no existe, ahora nuestra sociedad se mueve por puntos, es decir, que si yo recibo suficientes “likes” en mi marcador, podré tener acceso a vacunas, comida.. todo lo que pueda necesitar, pero si estoy por debajo del límite de puntos y tengo suficientes “dislike’s” como para ser una indeseable, puedo ser arrestada por la Guardia y estos expondrán mi caso en un comité, donde se decidirá si soy digna de vivir en sociedad o si es necesaria mi muerte por el bien común.
Imagen sacada de: www.elegantthemes.com
Es final de mes, por lo que ya he recibido mi paga de “like’s” y tengo suficientes puntos como para tomarme un café en la cafetería de la esquina. El café de la cafetería Freedom es inmejorable, por eso siempre hay una cola interminable de gente a la entrada, decido esperar la cola, no tengo prisa, es viernes por la tarde y puedo descansar.
Ya cerca de la caja para pagar, hay una señora que discute acaloradamente con la cajera.
—Lo siento señora, pero no puedo darle un café, su marcador está por debajo de 500 puntos — dice la cajera.
—Pero, por favor, ¡tengo tan pocos puntos por una estupidez que hice cuando tenía 15 años! ¡no soy una indeseable! Tan solo cometí el error de hacer una pintada en la pared del colegio y aún ahora sigo pagando mi deuda.
—Pues lo siento, cuando termine de pagar su deuda yo misma le serviré el café.
La señora se acaba saliendo de la cola indignada, seguida por los insultos de la acalorada multitud de gente que sigue esperando su café. No puedo evitar sentir cierta lástima por ella, pero en esta sociedad, hay que mirar siempre por uno mismo, cumplir tu parte y rezar por caer bien a los demás.
Llega mi turno y compro mi café, decido tomármelo en la misma cafetería y encuentro un asiento libre cerca de la gran pantalla de televisión. Como era de esperar, están echando otro comité por televisión.
El caso de Alfred Moore, un respetado profesor, cuyo perro no deja de ladrar por las noches, molestando así a todo el vecindario. Al negarse Moore a sacrificar a su perro por el bien común, éste ha recibido tantos dislike’s de sus vecinos que al final la guardia ha tenido que llevárselo arrestado.
“Bueno, damas y caballeros, ya habéis oído al acusado y ahora, ¡qué comiencen las votaciones! Oigamos qué piensa el pueblo, ¿debería Alfred ser reacondicionado? O ¿deberíamos concederle una segunda oportunidad?” — dice el presentador del comité tras la pantalla.
En la pantalla se muestra el número de identificación de Alfred y todos los de la cafetería se disponen a votar su caso introduciendo el número de identificación del pobre profesor Moore.
Yo decido no votar, ser juez y verdugo de un hombre al que apenas conozco, del que solo sé las noticias que se ven en la televisión, no me parece justo.
Antes de que salga un veredicto, un hombre se sienta en mi mesa y me mira con curiosidad.
—¿Tú no votas? — me pregunta.
Se me hace un nudo en el estómago, pero intento aparentar normalidad.
—No he podido estar demasiado atenta al caso, pero estoy segura de que los ciudadanos tomarán la decisión correcta.
“Bueno, Alfred, parece que el pueblo te cree culpable, ¡qué la Guardia se lleve al sujeto!” — anuncia el Presentador por encima de los gritos desesperados de Moore.
—Parece que le han declarado culpable — dice el hombre mirándome fijamente.
—Eso parece.
—Señora Bilo, ¿cree realmente que eso es justicia? ¿cree que es verdaderamente el pueblo el que vota los juicios?
Se me acelera el corazón y me empiezan a sudar las manos.
—¿Cómo sabe mi nombre? — pregunto con un hilo de voz.
—Responda a la pregunta, por favor.
—Sí, claro, supongo que sí — miento.
—¿Supone? — insiste el hombre misterioso con una sonrisa — ¿Qué me diría si le dijera que las votaciones están amañadas, que realmente lo que tu votas en tu marcador no sirven más que para las estadísticas?
No contesto, es una idea aterradora que a todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza. Si realmente fueran los poderosos los que toman las decisiones y nos hacen creer que somos nosotros los que decidimos, significaría que el sistema está corrupto y que por lo tanto, la democracia extrema no funciona.
Todo el sistema se colapsaría, nuestra forma de vivir tendría que cambiar y ello conllevaría, la guerra.
—¿Por qué me hace estas preguntas?
—Porque la he estado observando, señora Bilo, y no es la típica ciudadana, no vota los juicios, no sale con su jefe para conseguir más puntos y tiene la osadía de traspasar puntos a los más necesitados.
—¿Qué quiere de mí?
—Pertenezco a una organización que va en contra del Gobierno, se llama El Despertar y con nuestra organización, pensamos despertar a la nación, acabar con el sistema de puntos y derrocar a un sistema tan podrido y corrupto como el que estamos viviendo. ¿Se apuntaría?
Siempre he vivido en la sombra, he procurado permanecer invisible y pasar desapercibida, pero hay una cosa que no puedo ignorar. Soy consciente de que el sistema es corrupto, mi madre sufrió las consecuencias del sistema cuando cometió la osadía de robar una naranja en una frutería, porque no teníamos suficientes puntos para comprarla. Fue asesinada después del comité.
—Me apunto — afirmo con rotundidad.







Si te ha gustado…

Para escribir este relato me he inspirado en la serie de Seth MacFarlane, The Orville, una parodia al estilo Star Trek. En uno de sus episodios, Seth indagó un poco sobre el tema de “la democracia extrema” y me pareció un tema muy interesante. Sin embargo, la forma en la que transcurrió la historia no era la que me esperaba.
Este relato, explica muy bien lo que pensé la primera vez que oí hablar de la democracia extrema y guarda una moraleja una conclusión que podría ser la siguiente: “¿sabemos realmente lo que pasa a nuestro alrededor? ¿somos dignos de juzgar a todo el mundo sin saber la verdad?”.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!
 
Imagen sacada de: www.vox.com