domingo, 28 de mayo de 2017

La Cápsula Espacial

Todo comenzó al detectarse la aparición de un objeto no identificado cerca del planeta. Nuestra nave, Interceptor, fue la elegida para acercarse al objeto y averiguar su propósito. Ahora nos encontramos a pocos metros del extraño objeto, que en la soledad del espacio nos mira amenazante:
—Parece un satélite — comenta nuestro ingeniero espacial Walter Gigins
—Sea lo que sea, lo averiguaremos — responde el capitán.
En la sala de mando todo el mundo está nervioso, nuestra misión es la de interceptar el objeto y si es hostil, acabar con él antes de que ataque a la Tierra.

—Capitán — llama la técnico en comunicaciones Katia Petrov — estoy recibiendo una transmisión.
Imagen sacada de: www.mundoesotericoparanormal.com
Petrov enciende el altavoz y resuena una voz en la sala, son sonidos extraños, casi guturales, pero todos entendemos lo que significa. Es la voz de un alienígena.
—Y hay más — prosigue Katia — me están llegando imágenes y vídeos. Provienen de su nave.
—Descodifíquelo, veamos que nos quieren decir estos seres.
Mientras todos están preocupados en la transmisión extraterrestre, yo me centro en la nave, algo no encaja. Realizo escáneres infrarrojos y otros estudios similares y descubro algo importante:
—Capitán — anuncio — la nave no tiene ningún tripulante, es una especie de satélite o sonda espacial.
—Ya veo — contesta nuestro preocupado jefe mirando por el cristal — convoca una reunión, necesitamos hablar de esto con la Tierra y ver nuestras opciones.
—Recibido — respondo.
Dos horas más tarde nos reunimos todo el alto mando en nuestra sala de reuniones y allí esperamos la respuesta de la Tierra.
—Buenas tardes capitán Hayashi — nos saluda el presidente — ¿tiene noticias para nosotros?
—Lo cierto es que sí, señor — responde el capitán — hemos descubierto que la nave no tiene tripulación, según nuestra ingeniera Sandra Duque, podría tratarse de algún tipo de satélite o sonda espacial. Por otro lado, hemos recibido una transmisión del objeto no identificado, nuestra técnico en comunicaciones ha conseguido descifrar parte de la transmisión, me gustaría que la vierais.
Hayashi enciende el vídeo y todos vemos el contenido de la sonda alienígena. Se trata de un mensaje en el que nos explican su cultura, su estructura y su mundo.
Los alienígenas no son muy diferentes a nosotros, son bípedos y de largos brazos. Respiran dióxido de carbono y viven en una comunidad jerarquizada. Tienen ciertas diferencias con nosotros, pero parecen tener unos valores similares a los nuestros.
Termina el vídeo y todo el mundo contiene la respiración. Nadie puede creerse lo que acaban de ver, nuestro primer contacto extraterrestre acaba de tener lugar por fin.
—¿Qué cree que puede significar? — pregunta el capitán.
—Es un mensaje de paz, no cabe duda capitán Hayashi — responde el presidente — ¿Se acuerda del 77? La Voyager 1 fue lanzada al espacio con un objetivo similar al de esta sonda alienígena, tal vez incluso ellos hayan interceptado nuestra sonda y nos la hayan devuelto con sus propios datos.
—¿Cree que como nosotros mandamos un saludo con nuestra Voyager 1 ellos nos devuelven el saludo con esta sonda? — pregunta el capitán
—¡Sin duda! ¡Este es nuestro primer contacto extraterrestre! — contesta emocionado el presidente.
—Pero, espere un segundo señor presidente — intervengo — no tenemos ninguna prueba de que estos seres vayan en son de paz, simplemente hemos recibido una transmisión, que además me gustaría remarcar, no hemos terminado de descifrar. Aún queda parte del mensaje por descubrir. No deberíamos tomar ninguna decisión precipitada antes de saber qué más dice la transmisión.
—Estoy de acuerdo — responde el presidente — no obstante, estoy casi seguro de que ese mensaje no es hostil. Siga informándome de sus progresos capitán Hayashi y no tome ninguna decisión sin comunicármela a mí.
—Sí, señor presidente — contesta mi jefe.
La conexión se termina y nos quedamos en silencio, pensando en lo que acabamos de ver. Pronto todos salen de la sala y vuelven a sus puestos, pero yo me quedo, al igual que el capitán.
—¿Por qué crees que ese mensaje alienígena es hostil? — me pregunta el capitán una vez solos.
—Hay muchas razones, tal vez descubrieron nuestra sonda y la interpretaron de otra manera o tal vez sea una especie de sonda espía y nos estén observando ahora mismo para ver cómo reaccionamos.
En ese momento irrumpe en la habitación Katia, con un ordenador en la mano y una cara tan pálida como el papel.
—Capitán, he descifrado el código, tenemos un problema
Conecta el ordenador a la pantalla donde antes estaba el presidente y vemos con horror a lo que se refería Katia. Una mujer alienígena se presenta en la pantalla y sonriente nos responde a todas las dudas que teníamos:
Vuestra sociedad es lo suficientemente avanzada como para descifrar este mensaje, vuestra sociedad debe morir
—¿Por qué? — pregunta aterrado el capitán.
A pesar de ser un video y no una conversación en directo con la alienígena, la extraterrestre nos contesta con la misma sonrisa de antes:
No podemos permitir que una raza tan evolucionada como la nuestra tenga la oportunidad de atacarnos, nosotros seremos la única raza evolucionada del universo. Vuestra cuenta atrás comienza ahora: 20, 19, 18…
El contador sigue sumando y nuestro capitán toma la única decisión posible:
—Alejar la sonda alienígena de la Tierra, nos llevaremos a ese monstruo lo más lejos de nuestro hogar.
—Pero, señor, ¿y nosotros? — pregunta blanca Katia.
—Cumpliremos con nuestro deber.










Si te ha gustado…

Para escribir esta historia me he inspirado en un capítulo de Star Trek que hablaba de este mismo tema y en Pixels y su malentendido de la Voyager.
La Voyager 1 es una sonda espacial real, que se mandó al espacio el 5 de Septiembre de 1977, dentro lleva datos de la humanidad, nuestra cultura y nuestra filosofía. Un grave error a mi modo de ver, ya que no sabemos cómo interpretarán los aliens nuestro mensaje y no me parece una buena idea decirle nuestros puntos débiles a nuestros posibles enemigos.
Con este relato he querido darle la vuelta a la historia y que seamos nosotros los que recibimos ese “mensaje de paz”. La moraleja de esta historia es tan simple como la frase: “Por la caridad entra la peste”.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!

Imagen sacada de: en.wikipedia.org

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